lunes, 8 de noviembre de 2010

Los beneficios de la gratitud



Sólo es cuestión de mirar con otros ojos lo que la vida te ofrece cada día y dar gracias. Al hacerlo obtendrás grandes regalos.

Karina R. Chiw

 Es cierto que la vida no es fácil y que no tenemos el control de lo que nos sucede a diario. A veces disfrutamos de buenos momentos y otros no tanto, las dificultades y obstáculos se presentan y los tenemos que enfrentar. La enfermedad o muerte de un ser querido, la pérdida del empleo o un divorcio, entre otras, son situaciones que inevitablemente cambian el rumbo de nuestro camino y nos afectan seriamente. Empañan la alegría o bienestar de los gratos momentos. Es difícil experimentar gratitud en situaciones difíciles, sin embargo, “produce mayor bienestar pensar en lo que si se tiene y agradecer que a pesar de las malas experiencias, hay bendiciones alrededor que permiten que sea menos dolorosa la situación, como tener cariño, gente a mi alrededor o simplemente estar vivo”, afirma la psicóloga Liliana Martínez Olguín, experta en capacitación empresarial y desarrollo humano.  


Una virtud

La gratitud nos ayuda a:

·      + Tomar conciencia de los dones que recibimos cada día
·      + Valorar la generosidad de quien nos da
·      +  Mover nuestra voluntad y corresponder abundantemente
·     + Aprovechar y desarrollar los regalos y dones que la vida nos ofrece para ponerlos al servicio   de los demás.


Si te quejas por lo que no tienes y no agradeces lo que sí tienes, es que no estás preparado para recibir más.


Algo más…

Tú puedes desarrollar la gratitud y convertirla en un hábito en tu vida si la pones en práctica. No es suficiente descubrir que has recibido algo bueno, o valorar a la persona que te lo ha dado, o utilizar bien lo que has recibido; también es importante expresarla con palabras, gestos o acciones concretas.

Para  lograrlo, la especialista te sugiere agradecer a:

Un poder superior (Dios), sin importar la religión o tendencia espiritual que tengas. A través de pensamientos y de una oración. O simplemente escribiendo todos los días una lista de las cosas que tienes y/o recibes en la vida.
 * Las personas o mensajeros que intervienen en tu bienestar, por ejemplo: tu hijo, pareja, familiares, amigos, alguna institución, libro, mensaje o naturaleza. Con las personas puedes hacerlo a través de cariño, detalles o cosas materiales que les permitan tener una vida más sencilla y amable.


La gratitud no sólo es imprescindible en los buenos momentos. Es aún más necesaria ante las dificultades.


Tú ganas…

Al reconocer los regalos que recibimos a diario nos beneficiamos física, mental y espiritualmente ya que:

  • Experimentamos emociones de bienestar y abundancia
  • Desaparecen los pensamientos de tristeza, ansiedad, escasez y desolación
  • Mejora nuestro sistema inmunológico ya que se armoniza el sistema nervioso, se regula la respiración y el ritmo cardiaco.
  • Sentimos la plenitud de tener cubiertas todas nuestras necesidades, de recibir abundancia y sentir que el universo entero coopera con nosotros y enriquece nuestra vida.
  • Cambia nuestra expresión facial y nuestra actitud.
  • Se benefician y fortalecen nuestras relaciones con los demás
  • Nos permite estar atentos al milagro de la vida y a lo que ésta nos ofrece.


Según un estudio de la Clínica Mayo, las personas optimistas (aunque optimismo y gratitud no son lo mismo si están muy relacionados) tienen un 50% menos de sufrir muerte prematura que los pesimistas.  www.mayoclinic.org


Para que tus hijos aprendan a ser agradecidos

·         * Cada noche antes de dormir, juntos hagan una pequeña reseña del día en la que recuerden las cosas buenas que vivieron. Y agradezcan por lo menos tres cosas que recibieron.

·       *   Agradéceles sus logros, cariño, atención y detalles para que así también se animen a hacer lo mismo con quienes han aportado algo a sus vidas.




Otras recomendaciones

·       *  Haz una lista diaria de las cosas por las que estás agradecida (personas, bienes materiales, emociones, cualidades, dones…)
·        * En cada situación incómoda o difícil, enfócate en lo que “si está o si es” en vez de lo que hace falta o quisieras que fuera diferente.
·      * Expresa a los demás tu gratitud por lo que aporten a tu vida, ya sean pequeños o grandes detalles. Acompaña la palabra “gracias” con una sonrisa.
·      * Agradece a ti misma tu manera de ser,  tu autenticidad, tus aciertos y también por las decisiones equivocadas que tomes.
·       * Libérate de resentimientos que tengas con la vida o con alguien más. No esperes que los demás sean agradecidos contigo. Piensa que nadie te debe nada, que fuiste solo un mensajero y que la vida te ha recompensado de otras formas.
·        * Agradece a cada parte de tu cuerpo la función que realiza. Tu cuerpo por si solo reaccionará a esa gratitud generando bienestar
·        * Ante una experiencia dolorosa, confía en que lo que vives tienes que vivirlo y que a pesar de eso la misma vida te manifiesta su apoyo en cada momento, sólo esfuérzate por encontrarlas a tu alrededor.

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