Sólo es cuestión de mirar con otros ojos lo que la vida te ofrece cada día y dar gracias. Al hacerlo obtendrás grandes regalos.
Karina R. Chiw
Una virtud
La gratitud nos ayuda a:
· + Tomar conciencia de los dones que recibimos cada día
· + Valorar la generosidad de quien nos da
· + Mover nuestra voluntad y corresponder abundantemente
· + Aprovechar y desarrollar los regalos y dones que la vida nos ofrece para ponerlos al servicio de los demás.
Si te quejas por lo que no tienes y no agradeces lo que sí tienes, es que no estás preparado para recibir más.
Algo más…
Tú puedes desarrollar la gratitud y convertirla en un hábito en tu vida si la pones en práctica. No es suficiente descubrir que has recibido algo bueno, o valorar a la persona que te lo ha dado, o utilizar bien lo que has recibido; también es importante expresarla con palabras, gestos o acciones concretas.
Para lograrlo, la especialista te sugiere agradecer a:
* Un poder superior (Dios), sin importar la religión o tendencia espiritual que tengas. A través de pensamientos y de una oración. O simplemente escribiendo todos los días una lista de las cosas que tienes y/o recibes en la vida.
La gratitud no sólo es imprescindible en los buenos momentos. Es aún más necesaria ante las dificultades.
Tú ganas…
Al reconocer los regalos que recibimos a diario nos beneficiamos física, mental y espiritualmente ya que:
- Experimentamos emociones de bienestar y abundancia
- Desaparecen los pensamientos de tristeza, ansiedad, escasez y desolación
- Mejora nuestro sistema inmunológico ya que se armoniza el sistema nervioso, se regula la respiración y el ritmo cardiaco.
- Sentimos la plenitud de tener cubiertas todas nuestras necesidades, de recibir abundancia y sentir que el universo entero coopera con nosotros y enriquece nuestra vida.
- Cambia nuestra expresión facial y nuestra actitud.
- Se benefician y fortalecen nuestras relaciones con los demás
- Nos permite estar atentos al milagro de la vida y a lo que ésta nos ofrece.
Según un estudio de la Clínica Mayo, las personas optimistas (aunque optimismo y gratitud no son lo mismo si están muy relacionados) tienen un 50% menos de sufrir muerte prematura que los pesimistas. www.mayoclinic.org
Para que tus hijos aprendan a ser agradecidos
· * Cada noche antes de dormir, juntos hagan una pequeña reseña del día en la que recuerden las cosas buenas que vivieron. Y agradezcan por lo menos tres cosas que recibieron.
· * Agradéceles sus logros, cariño, atención y detalles para que así también se animen a hacer lo mismo con quienes han aportado algo a sus vidas.
Otras recomendaciones
· * Haz una lista diaria de las cosas por las que estás agradecida (personas, bienes materiales, emociones, cualidades, dones…)
· * En cada situación incómoda o difícil, enfócate en lo que “si está o si es” en vez de lo que hace falta o quisieras que fuera diferente.
· * Expresa a los demás tu gratitud por lo que aporten a tu vida, ya sean pequeños o grandes detalles. Acompaña la palabra “gracias” con una sonrisa.
· * Agradece a ti misma tu manera de ser, tu autenticidad, tus aciertos y también por las decisiones equivocadas que tomes.
· * Libérate de resentimientos que tengas con la vida o con alguien más. No esperes que los demás sean agradecidos contigo. Piensa que nadie te debe nada, que fuiste solo un mensajero y que la vida te ha recompensado de otras formas.
· * Agradece a cada parte de tu cuerpo la función que realiza. Tu cuerpo por si solo reaccionará a esa gratitud generando bienestar
· * Ante una experiencia dolorosa, confía en que lo que vives tienes que vivirlo y que a pesar de eso la misma vida te manifiesta su apoyo en cada momento, sólo esfuérzate por encontrarlas a tu alrededor.
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